«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper».
En el maravilloso mundo del amor las casualidades no son bien recibidas. ¿Cuántas veces creíste que esa no era la última vez que ibas a encontrarte con una persona? ¿Cuantas veces a venido a tu mente a pesar de la distancia y el tiempo? ¿Cómo le explicas a tu corazón que esa persona siempre vuelve a aparecer en tu vida, como si nada, pasadas tormentas, años y circunstancias? ¿Qué pasa entre esas dos almas que sin llegar a juntarse no pueden separarse? ¿Por qué siempre regresan?
Según la antigua creencia japonesa, todo es culpa de la increíble teoría del hilo rojo del destino que nos une, mágicamente y sin que podamos zafarnos de el.
Cuenta una leyenda que desde el momento de nuestro nacimiento un
anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca las almas que están
predestinadas a unirse en la tierra y cuando las encuentra, les ata un
hilo rojo invisible alrededor del dedo meñique para que no se pierdan.
Las dos personas unidas por el hilo rojo están destinados a ser amantes,
independientemente de la hora, lugar o circunstancia. Este cordón
mágico se puede estirar o enredar, pero nunca romperse, a veces pueda
estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que
existe entre ellas. Durante nuestra vida llegaremos a conocer a
diferentes personas, tener distintas relaciones que nunca llegaran a
buen termino en el tiempo, o incluso podemos pasar nuestra vida junto a
una persona, podemos casarnos, tener hijos con ella, quererla,
apreciarla, pero en el fondo de nuestra alma, nunca amarla de esa manera
en la que el amor es la fusión de dos almas, por que desde el otro
extremo del hilo, alguien que está destinado para nosotros estará
tirando de el hasta lograr encontrarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario